anomalocaris
El Anomalocaris era un animal muy extraño, emparentado con los modernos insectos. La cabeza de este animal era muy extraña, con los dos ojos formados por pequeñas lentes hexagonales, que unidas, formaban una buena visión; y situados a los lados de la cabeza sobre unas protuberancias. La boca de este animal era muy extraña, pues tenía una especie de dientes y tres mandíbulas capaces de capturar y matar todo tipo de presas. En la cabeza tenía un par de "garras" articuladas que podía mover. Estas garras tenían una capa fibrosa en la parte interior que permitía agarrar cosas y llevarlas a la boca. Su cuerpo era alargado y similar al de un camarón. Un rasgo curioso de su cuerpo es que no estaba segmentado, por lo que no podía moverse tan fácilmente como otros artrópodos. A los lados del cuerpo tenía 11 pares de aletas que podía ondular para desplazarse por el agua a gran velocidad. Al final de su cuerpo tenía dos pares de aletas más que apuntaban en diagonal. Además, en la cola tenía dos "púas" muy largas que tenían la misma longitud que el resto del animal. Este animal cazaba todo tipo de presas, desde trilobites como el Naraoia o el enorme Paradoxides hasta parientes suyos como el Opabinia.